El gremio se mantiene en paro nacional para exigir mejoras en las condiciones laborales y el cumplimiento de derechos. No han tenido respuesta satisfactoria del Gobierno.
Siete días en paro —una semana— llevan los funcionarios auxiliares, técnicos, administrativos y algunos profesionales del Hospital de Illapel, en el marco de la convocatoria nacional de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats). Ellos reivindican demandas que, según diversos documentos, incluyen la “Asignación Técnica, el Incentivo al Retiro, la Carrera Funcionaria y las 40 horas”.
“Este paro debiera continuar hasta que tengamos resultados concretos sobre las demandas que estamos haciendo (…) estamos paralizados de forma continua hasta que tengamos resuelto o algún beneficio en algún porcentaje favorable para las demandas que estamos pidiendo, que no son solamente para nuestros estamentos, sino que para nivel general del sector salud”, declaró Gabriel Pallacán, dirigente del gremio a nivel local.
En Illapel, se encuentran movilizados 120 funcionarios, razón por la cual Pallacán agradeció a las bases: “Agradezco la convocatoria a los socios que han sido muy leales con respecto a nuestro llamado”.
El Choapa
En el caso de Salamanca, son 40 los funcionarios movilizados, al igual que en Los Vilos. Se estima que tanto en el Choapa como en resto del país la adhesión alcanza el 80% de los funcionarios integrantes de la Fenats.
“A nosotros nos resulta complejo que se nos mida por la cantidad de adhesión de trabajadores, porque no podemos dejar abandonados los servicios”, explicó el presidente regional de la Fenats, Mauricio Ugarte.
Ugarte hizo hincapié en que los centros hospitalarios siguen cumpliendo sus funciones críticas: “Es cierto que la gente se moviliza, pero los servicios siguen funcionando. El hospital mantiene algún nivel de actividad en casi todos los servicios, sobre todo en la unidad crítica”.
Finalmente, el dirigente regional enumeró las unidades que, por su impacto en la comunidad, simplemente no pueden paralizarse: “Hay unidades de urgencia que, en general, no se paralizan. Los pabellones, donde existen, se mantienen funcionando por lo menos con uno de urgencia. Hay cosas que simplemente no se pueden dejar de lado”.